UN BALLET DE CUENTO
- Maite Gutiérrez Hernández
- 18 ene 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 ene 2020

El pasado 10 de enero fui con mi prima chica a ver a la Compañía Nacional de Danza que representó la obra, una versión actualizada de "El Cascanueces" en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, en "un espectáculo a un nivel estético sorprendente acompañado de la fantástica música de Chaikovski", según destacó el director general del recinto, Javier Menéndez.


Al cargo de la coreografía y de la escena estaba José Carlos Martínez, que tras ser bailarín estrella de la Ópera de París y Premio Nacional de Danza, volvió a reelaborar uno de los clásicos del ballet para celebrar el 40 aniversario de la Compañía Nacional de Danza.
La música estaba a cargo de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en una versión "musicalmente tradicional" que buscaba que los espectadores "salieran cantando del teatro lo que acababan de oír", según Manuel Coves, director musical de la producción.


Fue un espectáculo precioso, tanto por la música, como por los bailes o como por la escenografía. Disfruté muchísimo de la historia, tan conocida por todos, pero con un enfoque distinto gracias a la Compañía Nacional de Danza, que la ha sabido adaptar e interpretar perfectamente.
Al igual que la última obra a la que fui, ésta también me ha ayudado a inspirarme para escribir algunos poemas (que también están relacionados con el ballet):
No hay regalo de navidad más bonito,
que aquel que nos hace soñar,
y no hay en el mundo mejor amigo,
que aquel que nos hace viajar,
que nos lleva de la mano,
hasta el país de nunca jamás.
(Hace referencia al regalo que le dan a la protagonista por navidad, el cascanueces)
Que de maneras hay hoy en día,
de expresar lo que pensamos;
sea tristeza o sea alegría,
el arte siempre es usado,
usa el ballet, usa la poesía,
nos ayuda a cantar canciones
y a componer su melodía.
El arte no tiene forma,
el arte es una vía
cuya única norma,
es evadirse de esta vida.
(Éstos últimos hacen referencia al ballet, y al arte en sí, como manera de expresarse, comunicarse, sentir y hasta vivir)
Todas las obras que he visto en la Maestranza me han encantado, pero esta me ha gustado especialmente, porque el ballet siempre me ha llamado la atención desde pequeña, incluso he llegado a querer dedicarme a él profesionalmente.
Y aunque no sé si lo volveré a intentar algún día, pero por ahora me conformo con seguir disfrutando de espectáculos tan brillantes como éste.

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